Nueva téoria de la evolución
La conversión de aletas en manos
viernes, enero 25, 2013, 03:59 AM
e57b La conversión de aletas en manos, 25 de enero de 2013

El siguiente artículo es mi traducción a uno escrito por Carl Zimmer y publicado por Discover en línea el 10 de diciembre de 2012. Al final encontrarán mis comentarios titulados “La conversión de aletas en manos a la Félix Rocha Martínez

La conversión de aletas en manos



Sus manos tienen, hablando en términos generales, 360 millones de años de antigüedad. Antes de eso, eran aletas, que sus peces antepasados utilizaban para nadar a través de océanos y ríos. Una vez que de esas aletas brotaron dedos, pudieron impulsar a sus antepasados, similares a las salamandras, por terreno seco. Con el avance rápido de 300 millones de años, sus manos se habían afinado para la manipulación: sus antepasados, similares a los lémures las utilizaban para agarrar las hojas y abrir los frutos. En los últimos pocos millones de años, sus antepasados homínidos tenían manos bastante humanas, que usaron para crear herramientas, desenterrar tubérculos, destazar presas cazadas, y sentar las bases para nuestro dominio global de hoy.

Sabemos bastante sobre la transición de aletas a manos, gracias a la obsesión moderadamente loca de paleontólogos, que se aventuran a lugares inhóspitos de todo el Ártico, donde están enterrados los mejores fósiles de este período de nuestra evolución. (Escribí sobre algunos de esos descubrimientos en mi primer libro “At the Water’s Edge”, A la orilla del agua).

Al comparar los fósiles, los científicos pueden calcular el orden en que se transformó el cuerpo de los peces en el tipo visto en anfibios, reptiles, aves y mamíferos, conocidos colectivamente como los tetrápodos. Por supuesto, lo único que puede preservar esos fósiles son los huesos de los primeros tetrápodos. Los huesos fueron construidos por los genes, que no se fosilizan. En definitiva, el origen de nuestras manos es una historia de cómo cambiaron los genes constructores de aleta, pero eso es una historia que requiere más evidencia que fósiles para contar.

Un equipo de científicos españoles nos ha proporcionado una visión de la historia. Han jugado con los genes de los peces, y convirtieron las aletas en proto-extremidades.

Antes de entrar en detalles del nuevo experimento, regrese de nuevo conmigo 450 millones de años. Esa es aproximadamente la época en que nuestros primeros antepasados vertebrados, -similares a las lampreas, sin mandíbula- desarrollaron las primeras aletas. Hace aproximadamente unos 400 millones de años, esas aletas se hicieron óseas. Las aletas óseas de los peces vivos –como el salmón o el pez de colores de hoy, todavía se construyen de acuerdo a la misma receta básica. Están hechos principalmente por una solapa rígida de rayos de aleta. En la base de la aleta, contiene una orilla saliente de hueso de la especie que constituye el esqueleto de todo el brazo (conocido como hueso endocondral). Los peces utilizan músculos que se insertan en el hueso endocondral para maniobrar sus aletas mientras nadan.

Nuestros propios peces antepasados modificaron gradualmente este tipo de aleta durante millones de años. El hueso endocondral se expandió, y los rayos de la aleta se encogieron hacia atrás, creando una nueva estructura conocida como una aleta lóbulo. Sólo hay dos tipos de peces de aleta lóbulo que sobreviven hoy: los peces pulmonados y los celacantos. Después de que nuestros antepasados se separaron de los suyos, nuestras aletas se transformaron más similares a extremidades. Las aletas delanteras evolucionaron en huesos que correspondían en forma y posición a nuestro cúbito y húmero.

Un fósil de 375 millones de años descubierto en 2006, llamado Tiktaalik, tenía estos huesos largos, con huesos más pequeños en el extremo que corresponden a nuestra muñeca. Pero todavía había rayos de la aleta formando flecos en los bordes de la aleta lóbulo. Para el tiempo de hace 360 millones de años, sin embargo, los verdaderos tetrápodos habían evolucionado: los rayos de la aleta habían desaparecido de sus aletas lobulares, y tenían verdaderos dedos. (La figura que estoy usando aquí viene de mi libro más reciente, “The Tangled Bank”, El banco enmarañado).

Ambas aletas y manos tienen su inicio en los embriones. Cuando crece un embrión de pez, desarrolla protuberancias en sus lados. Las células dentro de las protuberancias crecen rápidamente, y se activa una red de genes. Ellos no sólo determinan la forma en que se convierte la protuberancia, sino que también establecen un patrón para los huesos que más tarde formarán.

Los científicos han encontrado que muchos de los mismos genes se encienden en las protuberancias de los embriones de tetrápodos. Ellos han comparado los genes en embriones de tetrápodos y de peces para averiguar cómo los cambios en la red de genes convirtieron una especie de anatomía en otra.

Una de las diferencias más interesantes consiste en un gene conocido como 5'Hoxd. En la aleta en desarrollo de un pez, produce proteínas a lo largo de la cresta exterior desde el principio en su desarrollo. Las proteínas producidas provenientes del gene continúan, se apoderan de otros genes y los activan. Se encienden todavía otros genes y se desencadena una cascada bioquímica.

Antes, cuando usted era un embrión, el 5'Hoxd también se activó temprano en el desarrollo de sus extremidades. Después, se apagó, como lo hace en el pescado. Pero entonces, unos días más tarde, hizo una actuación repetitiva. Se volvió a encender a lo largo de la cresta de la protuberancia por segunda vez de lo que luego se convertiría en extremidad. Esta segunda ola de 5'Hoxd marcó una nueva pauta en su extremidad: estableció los lugares donde se desarrollarían los huesos de su mano.

Aquí, algunos científicos propusieron, podría ser un indicio importante de cómo evolucionó la mano. Cabe la posibilidad de que las mutaciones en nuestros antepasados causaran que el 5'Hoxd se volviera encender más tarde en el desarrollo. Como resultado, pudo haber añadido nuevas estructuras en el extremo de las aletas.

Si esto fuera cierto, significaría que algunos de los medios genéticos para construir una mano primitiva ya estaban presentes en nuestros peces antepasados. Todo lo que se necesita es asignar algunos genes a los nuevos tiempos o lugares durante el desarrollo. Tal vez, algunos científicos especulan, los peces de hoy todavía podrían llevar ese potencial oculto.

Recientemente Renata Freitas de la Universidad Pablo de Olavide en España y sus colegas se propusieron tratar de desbloquear ese potencial. Diseñaron un pez cebra con una versión alterada del gene 5'Hoxd, que podían encender cuando quisieran al empapar un embrión de pez cebra con una hormona.

Los científicos esperaron a que los peces comenzaran a desarrollar su aleta normal. Los peces expresaron su gene 5'Hoxd en la fase normal temprana. Esperaron que el gene se quedara de nuevo en silencio, mientras las aletas continuaban aumentando. Y luego rociaron el pez cebra con la hormona. El gene 5'Hoxd se encendió de nuevo, y comenzó a fabricar sus proteínas una vez más.

El efecto fue dramático. Los rayos de la aleta del pez cebra quedaron impactados, detenido el desarrollo, y el extremo de su aleta se hinchó con células que se convertirían en hueso endocondral.

Estas dos figuras (El artículo original, Discover virtual, 10 de diciembre 2012) ilustran esta transformación. La figura superior aquí se ve hacia abajo en la parte posterior del pez. El pez cebra normal está a la izquierda, y el manipulado está a la derecha. La figura de abajo proporciona una vista más cercana de una aleta. Los óvalos azules son hueso endocondral, y los rojos muestran un marcador que significa que están creciendo rápidamente.

Uno de los resultados más interesantes de este experimento es que una simple modificación –un último impulso del gene 5'Hoxd-produce dos efectos importantes a la vez. Al mismo tiempo reduce el área exterior de la aleta, donde se desarrollan los rayos de la aleta y se expande la región donde crece hueso endocondral. En la evolución de la mano, estos dos cambios pudieron haber ocurrido al mismo tiempo.

Sería un error decir que Freitas y sus colegas han reproducido la evolución de la mano con este experimento. Nosotros no evolucionamos del pez-cebra. Ellos son nuestros primos, que descienden de un antepasado común que vivió hace 400 millones de años. Desde que se dividieron, se han sometido a un montón de evoluciones, adaptándose a su propio entorno. Como resultado, un impulso tardío de 5'Hoxd fue tóxico para los peces. Esto interfirió con otras proteínas en los embriones, y murieron.

En cambio, este experimento proporciona una pista y una sorpresa. Proporciona cierta evidencia fuerte para una de las mutaciones que convirtió las aletas en extremidades de tetrápodos. Y también ofrece una sorpresa: después de 400 millones de años, nuestros primos los pez cebra, aún tienen algunos de los circuitos genéticos que utilizamos para construir nuestras manos.

Conversión de aletas a manos a la Félix Rocha Martínez

En la revista Discover, edición de marzo de 1997, en la página 52 se publica un artículo denominado "Cuando la vida era rara" (When Life Was Odd). De ahí extraigo la siguiente información:

1. Los ediacaranes han sido una fuente de perplejidad científica desde que fueron descubiertos hace más de un siglo. Se llaman así por las colinas del sur de Australia donde se encontró un yacimiento importante en 1940, pero las impresiones en rocas de ediacaranes han sido encontradas en todo el mundo.

2. Estas impresiones en rocas que han sido localizadas en Inglaterra, África, Rusia, Canadá, México y en muchos otros lugares, tienen un rango de dimensión que va desde una fracción de centímetro hasta varios decímetros. Muchos tienen marcas de pliegues radiantes, concéntricos o paralelos; otros están inscritos dentro de una filigrana de delicadas ramas. Parecen no tener cabeza o cola y partes internas o externas, anteriores o posteriores; no tenían sistemas circulatorios, nerviosos o digestivos que fueran obvios. Sin dientes, ojos y casi cualquier cosa que podamos reconocer en un cuerpo, incluyendo huesos, músculos, boca y órganos internos, los ediacaranes son casi imposibles de clasificar. Los paleontólogos no pueden ni siquiera ponerse de acuerdo sobre si son animales o vegetales, de una célula o multicelulares y en medio tienen una depresión que indicaría un abultamiento de lo que haya hecho tal impresión.

3. Constituyen los fósiles más antiguos y los ejemplos más extraños de vida compleja y son interesantes por méritos propios. Tienen la apariencia de una moneda deforme.

4. Primero fueron encontrados en la década de 1860, en una cantera en Inglaterra y fueron descartados como material inorgánico. Después, en la década de 1940 fueron encontrados en las colinas de Ediacara, en el sur de Australia, de donde toman su nombre. El más famoso fue un ediacarán denominado “dikinsonia”, que pudiera ser del tamaño de la cabeza de un alfiler o tan grande como un mantel de mesa. En la década de 1950, el paleontólogo australiano Martin Glaessner de la Universidad de Adelaide, hizo la audaz afirmación de que la mayoría de los ediacaranes eran los miembros más antiguos de familias de animales que todavía existen. Este concepto prevaleció hasta 1982.

En una de las etapas de nuestra gestación tenemos la apariencia de una moneda deforme de 2 capas y por el proceso de invaginación adquirimos un borde por el centro de la oblea. ¿Acaso pudiera ser que el borde que tenemos en esa etapa de gestación es la depresión existente en la dikinsonia?



Con la nueva teoría evolutiva por saltos por mí propuesta, la ciencia tendrá una herramienta que bien pudiera ayudar a resolver las incógnitas presentadas por los ediacaranes. Ciertamente, se tendrá que estudiar el desarrollo y la gestación de especie tras especie, tener un comparativo gigante con todas las imágenes del proceso y comparar los fósiles encontrados de ediacaranes con estas imágenes.

En la siguiente mutación, la oblea elíptica con un bordo central por invaginación se dobló sobre su eje más largo, soldando las orillas. Uno de los extremos se transformó en la cabeza y el otro en la cola. La parte central interior de esta formación cilíndrica se convirtió en un aparato digestivo simple. La mutación en general tiene la apariencia de un caballito de mar: una cabeza y cola grandes, botijón y sin extremidades. Definitivamente, todos los seres humanos pasamos a través de una etapa de evolución con la apariencia de un caballito de mar. De esta transformación, todos cargamos la evidencia de la mutación.



Extraña similitud, los caballitos de mar son similares a una de nuestras etapas de gestación, evolución.

Todos, hombres y mujeres, y todos los demás mamíferos tenemos una cicatriz que va de la garganta a la zona genital. Cada vez que se sueldan dos pieles tenemos una cicatriz —por eso, el libro se llama “Cicatrices”. Éstas son los vestigios que nos recuerdan nuestra evolución sin depender de los fósiles, y todos las tenemos. Por cierto, en las mujeres, cuando están en los últimos meses de embarazo, pareciera que la cicatriz a medio vientre se pudiera abrir, pero por supuesto esto no sucede. También los hombres de mucho pelo en pecho tienen una línea muy notoria que va de la garganta a la zona genital en la cual el pelo o se aproxima más o se aleja más precisamente sobre la cicatriz. ¿Tuvimos branquias e intestino grueso en esta etapa de gestación? Si tuvimos las branquias significaría una prueba más de nuestro origen acuático. Si sólo tuvimos intestino delgado, eso definiría el origen del apéndice. En otra mutación el intestino grueso fue añadido por invaginación, pero no al final, en el ano, sino un poco arriba. La distancia del intestino delgado entre el antiguo ano y el lugar en donde se añadió el intestino grueso, se convirtió en el apéndice. En este punto de la evolución tuvimos gónadas cerca de los riñones y éramos autorreproductivos, al igual que algunos de los caballitos de mar.

Como se puede observar, en esta etapa de gestación, etapa de evolución, no hay evidencias de extremidades.

El libro “Embriología Humana”, del Dr. Keith L. Moore y traducido por el Dr. Homero Vela Treviño, en la página 327, muestra la figura 17-1 y su pie de foto:



1. A. Esbozo del brazo. B. Placa de la mano en pala. C. Rayos digitales. D. Escotaduras entre los rayos digitales. E. Dedos unidos por membranas. F. Dedos separados. G. Esbozo de la pierna. H. Placa de pie en pala. I. Rayos digitales. J. Escotaduras entre los rayos. K. Dedos unidos por membrana. L Dedos separados.

2. Fig.17-1 Esquemas en los cuales se ilustran distintos periodos del desarrollo de manos y pies entre la cuarta y la séptima semanas. Las primeras etapas son semejantes para manos y pies, excepto que el desarrollo de las manos precede al de los pies en unos días.

Con esta información yo no tengo que calcular, definir, inferir, descifrar el orden de los cambios. La naturaleza nos los muestra con toda claridad. Todo lo que tenemos que hacer es aprender a escuchar y a observar la naturaleza.

Pregunta: ¿En dónde van a encontrar los darwinistas fósiles etapa por etapa de evolución que nos los obligue a calcular, definir, inferir, descifrar el orden de los cambios?

Con mi teoría, ahí, en los procesos que se llevan a cabo en ovarios, testículos, hueveras y en la gestación, cada especie de acuerdo a sí misma, se encuentra la bitácora completa de la evolución.

Sin lugar a dudas en este estudio se aproximan, en ocasiones, a mis conceptos. Sin embargo, de inmediato dan a conocer que no conocen el patrón de cambios.

¿Cuándo preferirán los darwinistas la vergüenza de haber estado equivocados por tanto tiempo y participar en los nuevos estudios, que la vergüenza de seguir equivocados y quedarse en el pasado?

Disponible para pláticas sobre mi teoría

Félix Rocha Martínez
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Big Idea: Bring Ancient Voices Back to Life
miércoles, enero 16, 2013, 02:13 AM
i56b Big Idea: Bring Ancient Voices Back to Life, January 15 2013

Following you will find a transcription of the article Big Idea: Bring Ancient Voices Back to Life found in Discover 08.09.2012 by Jill Neimark. At the end please find my request to Marguerite Humeau and to Bart de Boer.

Rebuilding the vocal tracts of extinct creatures could let us hear long-lost sounds: an ancient whale song, the cries of our ancestors.



The call of the wild has just gotten wilder. Along with bellowing lions and honking geese, you can now hear woolly mammoths that died out 14,000 years ago, the mating call of a now-extinct Hawaiian bird, and even a 3-million-year-old human ancestor, Lucy. Using three-dimensional imaging and a burgeoning knowledge of ancient anatomies, scientists can now rebuild ancient creatures’ vocal tracts and re-create their sounds.

Take our ancestor Lucy (Australopithecus afarensis), who stood less than four feet tall, swung from tree branches, and ran easily along the ground on two feet more than 3 million years ago. What did that diminutive prehuman sound like as she called to her kin?

Lucy could not speak the way we do, because she most likely had air sacs, balloon-shaped organs that attach to an extension of the hyoid bone, says Bart de Boer, an expert in the evolution of speech at Vrije University in Brussels. In modern humans, who lack air sacs, that bone supports the tongue muscles, enabling a wide range of vocalizations. “Air sacs make sounds louder and lower-pitched, just the way a musical instrument sounds lower and louder when it’s bigger,” de Boer continues. “I was in Brazil recently and heard howler monkeys in the wild. They sounded like scary monsters because of their air sacs.”

Such sounds may help fend off predators, though among great apes they are used mostly to impress each other. Air sacs may also have enabled creatures to make long, repeated calls without hyperventilating. But like bass drums, what they add in force they lose in precision.

On a computer, de Boer modeled the acoustic effect of air sacs and then built an actual model of a vocal tract of a Lucy-like creature, incorporating plastic tubing and a chamber to mimic an air sac. He forced air through the tubing to create various vowel sounds and found that test listeners had a harder time distinguishing them when air sacs were present than when they were not. With this kind of anatomy, de Boer says, Lucy’s vowels would have merged together until they were almost indistinguishable. The easiest vowel sound to make when air sacs are present is “uh.” To human ears, our ancestor might have sounded perpetually bewildered and yet a bit scary: “Duh ... duh ... duh ....”

A Mammoth Noise

French artist Marguerite Humeau sculpted Lucy’s vocal tract, which today sits in the permanent collection of the Museum of Modern Art in New York. She is also working on the vocal tract of the woolly mammoth. The mammoth’s white bones look like whorled ice cream, with an enormous tusk jutting into space. “I looked at archived larynxes of the mammoth’s descendant, the Asian elephant,” Humeau says, “along with photographs and scans of woolly mammoths preserved in ice in Siberia. And I created organs—such as the lungs, trachea, and larynx—with vibrating vocal chords, as well as nose and mouth cavities for resonance.” Then she added an air compressor to mimic the lungs sending air through the vocal tract. She also included a subwoofer to emulate the mammoth’s original volume. The result: “Children run from it when it roars,” she jokes.

Humeau’s next installation will re-create the sound of an extinct walking whale and the hell pig, a piglike omnivore that vanished about 16 million years ago. Working with composers and sound innovators, she hopes to have the animals communicate with each other via a computer program that would allow various parts of her exhibit to listen to each other and respond. “It’s almost like raising the dead,” she says. “You get these dark, deep sounds coming at you from millions of years ago.”

Ghostly Birdsongs

A creature’s call is more poignant and present than even the most perfectly preserved bone or tooth. John Fitzpatrick, director of the Cornell Laboratory of Ornithology in Ithaca (which houses the world’s largest collection of animal sounds, nearly 200,000 clips), begins public lectures by playing a “jazzlike, haunting mating call that delights the audience until they learn that it is the call of the extinct Kauai Oo, recorded in the 1970s.” Once common on the Hawaiian islands, the bird was answering a recording played by a scientist. “That bird has gone forever.”

Even more legendary is the call of the ivory-billed woodpecker, which sounds like the rubber horn on a toddler’s tricycle, bleating with the rhythm of a metronome and conveying a certain goofy joy. It was first recorded in 1935 in a Louisiana swamp, “when scientists dragged wagons’ worth of machinery used in early talkie films,” Fitzpatrick says. Cornell researchers are still seeking the woodpecker, which was thought extinct but may have been spotted in 2004. They use audio spectrography, which analyzes birdsong on a computer, to compare calls of woodpeckers in the swamps to that of the elusive bird.

Lately the Cornell Ornithology Laboratory has been working with artist Maya Lin, designer of the Vietnam Veterans Memorial in Washington, D.C. She is crafting a multimedia artwork called “What Is Missing," which includes the sounds of extinct and endangered species. Lin says, “This is my last memorial. I’ll be working on this until the day I die, because I believe we are degrading our habitat so rapidly that we’re in the sixth mass extinction.” The sounds of the Chinese river dolphin, the dusty seaside sparrow, the golden toad, and untold numbers of other animals have left the planet.
“I also showcase the sounds of endangered species, ones we can still save,” Lin says. “We’ve even got the sound of an endangered coral reef, which sounds like Rice Krispies crackling in milk.”

Sounds of the Jurassic

The voices of woolly mammoths and 3-million-year-old human ancestors are far from the only ones scientists have revived. Teams are reconstructing sounds from as far back as the Jurassic, a period when dinosaurs lived.

Walking Whale French artist Marguerite Humeau has re-created the song of Ambulocetus, a mammal that walked on land and swam like an otter. The 10-foot-long carnivore lived 50 million years ago in Pakistan. It produced high-pitched calls that probably traveled great distances. Her sculpture of the creature’s vocal tract is on display now through January 2013 at Cité du Design in central France.

Parasaurolophus Scientists at Sandia National Labs scanned the skull and crest of this plant-eating, duckbilled dinosaur and fed the data through a computer simulation to generate the sound it might have made 73 million years ago. If the dino had vocal cords, it voiced a low-pitched bird call. If not, it sounded more like the drone of a bullfrog.

Jurassic Cricket Biologists in Beijing determined the mating call of a 165-million-year-old male katydid by measuring fossils of the noisemaking apparatus in the insect’s wings. It seems the cricket produced a low-pitched chirp to attract females.

(End of transcription)

Request to Marguerite Humeau and to Bart de Boer:

Rebuild the vocal tracts of the Boskop fossils and make a comparative of them with those of Lucy, of the present human being, of hominids of the same epoch of the Boskop and of present apes most similar to human beings.

The reasons for this request you may find them in the following articles in this same blog:

1.- The extinct Human Species That Was Smarter than Us

2.- If Modern Humans Are So Smart, Why Are Our Brains Shrinking?

Available for talks over my theory

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Gran idea: Regresar a la vida las antiguas voces
martes, enero 15, 2013, 02:21 AM
e56i Gran idea: Regresar a la vida las antiguas voces, 15 de enero de 2013

A continuación hallarán mi traducción al articulo Big Idea: Bring Ancient Voices Back to Life (Gran idea: Regresar a la vida las antiguas voces) de Discover 08/09/2012 por Jill Neimark y mi solicitud a Marguerite Humeau y a Bart de Boer al final.

La reconstrucción de los tractos vocales de criaturas extintas podría permitirnos oír sonidos perdidos hace mucho tiempo: un antiguo canto de las ballenas, los gritos de nuestros antepasados.



La llamada de la naturaleza acaba de hacerse más salvaje. Junto con los leones rugiendo y gansos haciendo sus sonidos peculiares, ahora usted puede escuchar a los mamuts lanudos que se extinguieron hace 14,000 años, la llamada de apareamiento de un pájaro ahora extinto de Hawai, e incluso un antepasado humano de hace 3 millones de años, Lucy. Con el uso de imágenes tridimensionales y un conocimiento creciente de las antiguas anatomías, los científicos ahora pueden reconstruir los tractos vocales de las antiguas criaturas y volver a crear sus sonidos.

Considere a nuestro ancestro Lucy (Australopithecus afarensis), que se alzaba menos de 1.2 metros de altura, pasó de unas ramas a otras de los árboles, y corrió con facilidad por el suelo con dos pies hace más de 3 millones de años. ¿Qué sonido hacía la diminuta prehumana cuando ella llamaba a sus parientes?

Lucy no podía hablar como lo hacemos nosotros, porque lo más probable es que haya tenido sacos de aire, órganos en forma de globo que se adhieren a una extensión del hueso hioides, dice Bart de Boer, un experto en la evolución del habla en la Universidad de Vrije, en Bruselas. En los seres humanos modernos, que carecen de sacos de aire, el hueso soporta los músculos de la lengua, lo que permite una amplia gama de vocalizaciones. "Los sacos de aire hacen sonidos más fuertes y de tono más bajo, tal y como un instrumento musical suena más bajo y más fuerte cuando es más grande", continúa de Boer, "Yo estaba en Brasil recientemente y oí a los monos aulladores en estado silvestre. Sonaban como monstruos que dan miedo, debido a sus bolsas de aire".

Estos sonidos pueden ayudar a defenderse de los depredadores, aunque entre los grandes simios se utilizan sobre todo para impresionarse unos a los otros. Las bolsas de aire también pudieran haber permitido a las criaturas hacer llamadas largas repetidas sin hiperventilación. Pero, como tambores de sonido bajo, lo que añade en fuerza pierde en precisión.

En una computadora, de Boer modeló el efecto acústico de sacos de aire y luego construyó un modelo real de un tracto vocal de una criatura parecida a Lucy, incorporando un tubo de plástico y una cámara para imitar un saco de aire. El aire forzado a través del tubo creó diferentes sonidos vocálicos y encontró que los oyentes de la prueba tuvieron más dificultades para distinguir cuando los sacos de aire estaban presentes que cuando no lo estaban. Con esta clase de anatomía, de Boer dice, las vocales de Lucy se fusionaron entre sí hasta que eran casi indistinguibles. El sonido de la vocal más fácil de hacer cuando están presentes los sacos de aire es "Uh" para el oído humano, nuestro antepasado podría haber sonado perpetuamente desconcertado y sin embargo daba un poco de miedo: "Duh... duh... duh.... "

Un sonido del Mamut

La artista francesa Marguerite Humeau esculpió el tracto vocal de Lucy, que hoy se encuentra en la colección permanente del Museo de Arte Moderno de Nueva York. Ella también está trabajando en el tracto vocal del mamut lanudo. Los blancos huesos del mamut parecen helados de nieve esculpidos en espiral, con colmillos enormes que se proyectan al espacio. "Observé a las laringes archivadas de los descendientes del mamut, los elefantes asiáticos," Humeau dice, "junto con las fotografías y las exploraciones de los mamuts conservados en hielo en Siberia. Y he creado órganos, como los pulmones, la tráquea, la laringe y cuerdas vocales con vibraciones, así como la nariz y las cavidades de resonancia de la boca. "Luego añadí un compresor de aire para simular el envío de aire a los pulmones a través del tracto vocal. También incluye un regulador para emular volumen original de los mamuts. El resultado: "Los niños corren para alejarse del mamut cuando ruge", bromea.

La próxima tarea de Humeau es recrear el sonido de una ballena caminante extinta y el cerdo infierno, un omnívoro parecido al puerco que desapareció cerca de hace 16 millones de años. Al trabajar con compositores e innovadores de sonido, espera tener a los animales comunicándose entre sí a través de un programa de computadora que permitiría varias partes de su exposición escucharse el uno al otro y responder. "Es casi como resucitar a los muertos", dice ella. "Usted recibe estos sonidos oscuros y profundos que le llegan a usted de hace millones de años".

El canto de los pájaros fantasmales

La llamada de una criatura es más conmovedora y presente que incluso el diente o el hueso en el más perfecto estado de conservación. John Fitzpatrick, director del Laboratorio de Ornitología de Cornell, en Ithaca (que alberga la mayor colección del mundo de los sonidos de los animales, cerca de 200,000 clips), comienza las conferencias públicas, poniendo un "llamado inquietante de apareamiento parecido al jazz, que hace las delicias del público hasta que se enteran que es la llamada de la extinta Oo Kauai, grabada en la década de 1970. "Una vez común en las islas de Hawai, el ave estaba respondiendo a una grabación interpretada por un científico. "Ese pájaro se ha ido para siempre".

Aún más legendaria es la llamada del pájaro carpintero pico de marfil, que suena como la bocina de hule en el triciclo de un niño pequeño, balando con el ritmo de un metrónomo y transmitiendo con una cierta alegría tonta. Fue registrada por primera vez en 1935 en un pantano de Louisiana, "cuando los científicos transportaron vagones llenos de la maquinaria utilizada en las primeras películas habladas", dice Fitzpatrick. Investigadores de Cornell siguen buscando el pájaro carpintero, que se creía extinto, pero pudo haber sido visto en 2004. Ellos usaron la espectrografía de audio, que analiza el canto de los pájaros en un ordenador, para comparar los llamados de los pájaros carpinteros en el pantano al del pájaro esquivo.

Últimamente, el Laboratorio de Ornitología de Cornell ha estado trabajando con la artista Maya Lin, diseñadora del Monumento a los Veteranos de Vietnam en Washington, DC. Ella está elaborando una obra de arte multimedia llamada "Lo que falta", que incluye los sonidos de las especies extintas y en peligro de extinción., Dice Lin, "Este es mi último memorial. Voy a estar trabajando en esto hasta el día que muera, porque creo que estamos degradando nuestro hábitat con tanta rapidez que estamos en la sexta extinción en masa”. Los sonidos del delfín de río chino, el gorrión marino polvoso, el sapo dorado, y un número incalculable de otros animales que han dejado el planeta.

"También mostraré los sonidos de especies amenazadas de extinción, aquellas que todavía podemos salvar", dice Lin. "Incluso tenemos el sonido de un arrecife de coral en peligro de extinción, que suena como el crujido de Rice Krispies en la leche".

Sonidos del Jurásico

Las voces de los mamuts lanudos y ancestros humanos de hace 3 millones de años están lejos de ser los únicos que los científicos han revivido. Los equipos están reconstruyendo los sonidos de una fecha tan lejana como la del Jurásico, cuando vivieron los dinosaurios.

La artista francesa Marguerite Humeau de “Walking Dead” ha vuelto a crear la canción del Ambulocetus, un mamífero que caminaba sobre la tierra y nadaba como una nutria. El carnívoro de 3 metros de largo vivió hace 50 millones de años en Pakistán. Producía llamadas de tono alto que probablemente viajaron grandes distancias. Su escultura del tracto vocal de la criatura se encuentra en exhibición desde ahora hasta enero 2013 en la Cité du Design en el centro de Francia.

Los científicos que estudian al Parasaurolophus en el Laboratorio Nacional Sandia escanean el cráneo y la cresta de este dinosaurio herbívoro, pico de pato y alimentaron los datos a través de una simulación por ordenador para generar el sonido que podrían haber hecho hace 73 millones de años. Si el dinosaurio tenía cuerdas vocales, expresó su canto como el de un pájaro de tono bajo. Si no tenía cuerdas vocales, entonces sonaba más como el zumbido de un sapo.

Los biólogos del Jurásico de Cricket en Pekín determinaron la llamada de apareamiento de un saltamontes masculino de hace 165 millones de años, mediante la medición de los fósiles del aparato de hacer ruido en las alas del insecto. Al parecer, el grillo producía un sonido de tono bajo para atraer a las hembras.

(Fin de traducción)

Solicitud a Marguerite Humeau y a Bart de Boer:

Recrear los tractos vocales de los fósiles de los boskops y hacer un comparativo de ellos con los de Lucy, el ser humano presente, de homínidos de la misma época que los boskops y de simios presentes más similares al ser humano.

Las razones para esta solicitud las pueden encontrar en los siguientes artículos de este mismo blog:

1.- “La especie humana extinta que fue más inteligente que nosotros”.

2.- Si los humanos modernos son tan inteligentes ¿Por qué nuestros cerebros se están encogiendo?

Disponible para pláticas sobre mi teoría

Félix Rocha Martínez
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Commentaries to Discover Interview, The Radical Linguist Noam Chomsky
domingo, enero 6, 2013, 05:28 AM
i55b The Radical Linguist Noam Chomsky January 06, 2013

Discover Interview: The Radical Linguist Noam Chomsky, Discover magazine´s November 29, 2011 edition By Marion Long and Valerie Ross. (In parenthesis you will find my commentaries).

Over 50 years ago, he began a revolution that's still playing out today.

For centuries experts held that every language is unique. Then one day in 1956, a young linguistics professor gave a legendary presentation at the Symposium on Information Theory at MIT. He argued that every intelligible sentence conforms not only to the rules of its particular language but to a universal grammar that encompasses all languages. And rather than absorbing language from the environment and learning to communicate by imitation, children are born with the innate capacity to master language, a power imbued in our species by evolution itself. Almost overnight, linguists’ thinking began to shift.

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Avram Noam Chomsky was born in Philadelphia on December 7, 1928, to William Chomsky, a Hebrew scholar, and Elsie Simonofsky Chomsky, also a scholar and an author of children’s books. While still a youngster, Noam read his father’s manuscript on medieval Hebrew grammar, setting the stage for his work to come. By 1955 he was teaching linguistics at MIT, where he formulated his groundbreaking theories. Today Chomsky continues to challenge the way we perceive ourselves.

Language is “the core of our being,” he says. “We are always immersed in it. It takes a strong act of will to try not to talk to yourself when you’re walking down the street, because it’s just always going on.”

Chomsky also bucked against scientific tradition by becoming active in politics. He was an outspoken critic of American involvement in Vietnam and helped organize the famous 1967 protest march on the Pentagon. When the leaders of the march were arrested, he found himself sharing a cell with Norman Mailer, who described him in his book Armies of the Night as “a slim, sharp-featured man with an ascetic expression, and an air of gentle but absolute moral integrity.”

Chomsky discussed his ideas with Connecticut journalist Marion Long after numerous canceled interviews. “It was a very difficult situation,” Long says. “Chomsky’s wife was gravely ill, and he was her caretaker. She died about 10 days before I spoke with him. It was Chomsky’s first day back doing interviews, but he wanted to go through with it.” Later, he gave even more time to DISCOVER reporter Valerie Ross, answering her questions from his storied MIT office right up to the moment he dashed off to catch a plane.

You describe human language as a unique trait. What sets us apart?

Humans are different from other creatures, and every human is basically identical in this respect. If a child from an Amazonian hunter-gatherer tribe comes to Boston, is raised in Boston, that child will be indistinguishable in language capacities from my children growing up here, and vice versa. This unique human possession, which we hold in common, is at the core of a large part of our culture and our imaginative intellectual life. That’s how we form plans, do creative art, and develop complex societies.

When and how did the power of language arise?

If you look at the archaeological record, a creative explosion shows up in a narrow window, somewhere between 150,000 and roughly 75,000 years ago. All of a sudden, there’s an explosion 
of complex artifacts, symbolic representation, measurement of celestial events, complex social structures–a burst of creative activity that almost every expert on prehistory assumes must have been connected with the sudden emergence of language. And it doesn’t seem to be connected with physical changes; the articulatory and acoustic [speech and hearing] systems of contemporary humans are not very different from those of 600,000 years ago. There was a rapid cognitive change. Nobody knows why.

(According to my theory, in those times a man and a woman were one human being, a self reproductive hermaphrodite. What the authors said in the previous paragraph is the evidence of the beginning of the presence of males in a sporadic and isolated manner. A man has the power of creating mental images from origin, from birth, a capacity that neither hermaphrodites nor women have and that allows a male to have the potential to create art, technology and science from birth. In the article i45b Not Out of Africa But Regional Continuity we have the presence of Mungo Man in the Australian Continent. In Chile, in the extraordinary archeological site of Monteverde, it was found very old human fossils but since they did not comply to Darwin´s expectations the easiest thing was to dismiss them. In Africa, there were found some 3,000 Oldowan rocks [belonging to very anterior times] were fractured by human beings along 800,000 years. In my opinion, a man taught hermaphrodites how to fracture them, he could not reproduce and hermaphrodites kept fracturing rocks the same way for 800,000 years.

Allow me to present to you drawing 8c from my book “Cicatrices, New Theory of Evolution” in which I explain the evidences of the emergence of a male born from a hermaphrodite, and now in a continuous manner, in Afghanistan or North Pakistan. When the baby boy reached sexual maturity copulated with all available or possible hermaphrodites and the products of those encounters were almost half of feminine sex and a little more than half of masculine sex [by sexual maturity they were about the same amount in both sexes]. In this way only one generation later there was one female for each male in that group. The more “restless” males showed their disgust for this environment leaving the group to search for other hermaphrodite groups [where he would have at his disposal an entire group of hermaphrodites and the process would repeat itself]. One male went to North China and the other to South China and in time they were united to make Mandarin the predominant language with 6 other languages as a family. Another male traveled to the south and made Sanscrit the predominant language with other 9 groups of languages as a grand family of languages: Sanskrit, Hindu, Iranian, [of which aramean is part of it], Armenian, Balto-Slavic, Germanic, Celt, Greek and Latin. With the emergence of the male started a process of elimination of languages that continues up to today. This process also allows us to know what worked out as the reason for the enormous populations of two countries: China and India. The males that arrived to those places stayed in them while the ones that traveled in the direction of Europe distributed their energy in many places).

What first sparked your interest in human language?

I read modern Hebrew literature and other texts with my father from a very young age. It must have been around 1940 when he got his Ph.D. from Dropsie College, a Hebrew college in Philadelphia. He was a Semitist, working on medieval Hebrew grammar. I don’t know if I officially proofread my father’s book, but I read it. I did get some conception of grammar in general from that. But back then, studying grammar meant organizing the sounds, looking at the tense, making a catalog of those things, and seeing how they fit together.

Linguists have distinguished between historical grammars and descriptive grammars. What is the difference between the two?

Historical grammar is a study of how, say, modern English developed from Middle English, and how that developed from Early and Old English, and how that developed from Germanic, and that developed from what’s called Proto-Indo-European, a source system that nobody speaks so you have to try to reconstruct it. It is an effort to reconstruct how languages developed through time, analogous to the study of evolution. Descriptive grammar is an attempt to give an account of what the current system is for either a society or an individual, whatever you happen to be studying. It is kind of like the difference between evolution and psychology.

And linguists of your father’s era, what did they do?

They were taught field methods. So, suppose you wanted to write a grammar of Cherokee. You would go into the field, and you would elicit information from native speakers, called informants.

What sort of questions would the linguists ask?

Suppose you’re an anthropological linguist from China and you want to study my language. The first thing you would try to do is see what kind of sounds I use, and then you’d ask how those sounds go together. So why can I say “blick” but not “bnick,” for example, and what’s the organization of the sounds? How can they be combined? If you look at the way word structure is organized, is there a past tense on a verb? If there is, does it follow the verb or does it precede the verb, or is it some other kind of thing? And you’d go on asking more and more questions like that.

But you weren’t content with that approach. Why not?

I was at Penn, and my undergraduate thesis topic was the modern grammar of spoken Hebrew, which I knew fairly well. I started doing it the way we were taught. I got a Hebrew-speaking informant, started asking questions and getting the data. At some point, though, it just occurred to me: This is ridiculous! I’m asking these questions, but I already know the answers.

Soon you started developing a different approach to linguistics. How did those ideas emerge?

Back in the early 1950s, when I was a graduate student at Harvard, the general assumption was that language, like all other human activities, is just a collection of learned behaviors developed through the same methods used to train animals—by reinforcement. That was virtually dogma at the time. But there were two or three of us who didn’t believe it, and we started to think about other ways of looking at things.

In particular, we looked at a very elementary fact: Each language provides a means to construct and interpret infinitely many structured expressions, each of which has a semantic interpretation and an expression in sound. So there’s got to be what’s called a generative procedure, an ability to generate infinite sentences or expressions and then to connect them to thought systems and to sensory motor systems. One has to begin by focusing on this central property, the unbounded generation of structured expressions and their interpretations. Those ideas crystallized and became part of the so-called biolinguistic framework, which looks at language as an element of human biology, rather like, say, the visual system.

You theorized that all humans have “universal grammar.” What is that?

It refers to the genetic component of the human language faculty. Take your last sentence, for example. It’s not a random sequence of noises. It has a very definite structure, and it has a very specific semantic interpretation; it means something, not something else, and it sounds a particular way, not some other way. Well, how do you do that? There are two possibilities. One, it’s a miracle. Or two, you have some internal system of rules that determines the structures and the interpretations. I don’t think it’s a miracle.

(Due to the fact that we have an internal system of rules that determine the structure and the interpretations, babes are able to learn the language or languages to which they are exposed and there is not such a thing as any one language is more difficult than any other. The language or languages to which they are exposed are the ones babies are going to learn. The requirements to learn them are: 1.- The exposition to the language has to be in bulk, that is in person, preferably with movements and gesticulations according to the spoken word. If to a baby you expose to a recorded voice it would be registered as noise the baby would not learn any language that way. 2.- There must be continuity in the exposition. The baby must be exposed to the languages on a daily basis. 3.- Preferably there must be more than one person talking to the baby in each language to be learned. This will give the baby the advantagemo9f learning an automatic way that each person has his or her own vocabulary and style. This is nothing new, it is done in a natural way at the borders between countries with different languages and babies learn several languages where the neighboring countries are very small. In Europe there are very many people that speak several languages since they are babies).

What were the early reactions to your linguistic ideas?

At first, people mostly dismissed or ignored them. It was the period of behavioral science, the study of action and behavior, including behavior control and modification. Behaviorism held that you could basically turn a person into anything, depending on how you organized the environment and the training procedures. The idea that a genetic component entered crucially into this was considered exotic, to put it mildly.

Later, my heretical idea was given the name “the innateness hypothesis,” and there was a great deal of literature condemning it. You can still read right now, in major journals, that language is just the result of culture and environment and training. It’s a commonsense notion, in a way. We all learn language, so how hard could it be? We see that environmental effects do exist. People growing up in England speak English, not Swahili. And the actual principles—they’re not accessible to consciousness. We can’t look inside ourselves and see the hidden principles that organize our language behavior any more than we can see the principles that allow us to move our bodies. It happens internally.

How do linguists go about searching for these hidden principles?

You can find information about a language by collecting a corpus of data—for instance, the Chinese linguist studying my language could ask me various questions about it and collect the answers. That would be one corpus. Another corpus would just be a tape recording of everything I say for three days. And you can investigate a language by studying what goes on in the brain as people learn or use language. Linguists today should concentrate on discovering the rules and principles that you, for example, are using right now when you interpret and comprehend the sentences I’m producing and when you produce your own.

Isn’t this just like the old system of grammar that you rejected?

No. In the traditional study of grammar, you’re concentrating on the organization of sounds and word formation and maybe a few observations about syntax. In the generative linguistics of the last 50 years, you’re asking, for each language, what is the system of rules and principles that determines an infinite array of structured expressions? Then you assign specific interpretations to them.

Has brain imaging changed the way we understand language?

There was an interesting study of brain activity in language recently conducted by a group in Milan. They gave subjects two types of written materials based on nonsense language. One was a symbolic language modeled on the rules of Italian, though the subjects didn’t know that. The other was devised to violate the rules of universal grammar. To take a particular case, say you wanted to negate a sentence: “John was here, John wasn’t here.” There are particular things that you are allowed to do in languages. You can put the word “not” in certain positions, but you can’t put it in other positions. So one invented language put the negation element in a permissible place, while the other put it in an impermissible place. The Milan group seems to have found that permissible nonsense sentences produced activity in the language areas of the brain, but the impermissible ones—the ones that violated principles of universal grammar—did not. That means the people were just treating the impermissible sentences as a puzzle, not as language. It’s a preliminary result, but it strongly suggests that the linguistic principles discovered by investigating languages have neurocorrelates, as one would expect and hope.

Recent genetic studies also offer some clues about language, right?

In recent years a gene has been discovered called FOXP2. This gene is particularly interesting because mutations on it correspond with some deficiencies in language use. It relates to what’s called orofacial activation, the way you control your mouth and your face and your tongue when you speak. So FOXP2 plausibly has something to do with the use of language. It’s found in many other organisms, not just humans, and functions in many different ways in different species; these genes don’t do one single thing. But that’s an interesting preliminary step toward finding a genetic basis for some aspects of language.

You say that innate language is uniquely human, yet FOXP2 shows a continuity among species. Is that a contradiction?

It’s almost meaningless that there’s a continuity. Nobody doubts that the human language faculty is based on genes, neurons, and so on. The mechanisms that are involved in the use, understanding, acquisition, and production of language at some level show up throughout the animal world, and in fact throughout the organic world; you find some of them in bacteria. But that tells you almost nothing about evolution or common origins. The species that are maybe most similar to humans with regard to anything remotely like language production are birds, but that’s not due to common origin. It’s what’s called convergence, a development of somewhat analogous systems independently. FOXP2 is quite interesting, but it’s dealing with fairly peripheral parts of language like [physical] language production. Whatever’s discovered about it is unlikely to have much of an effect on linguistic theory.

(Genes are the building blocks that have more than one function and that additionally they can associate to have additional functions. The first important genome deciphered was that of the human being. The second one was that of monkey and it ended being 98 % similar to the human being one. Darwinists were prone to say “I told you so, human beings and monkeys are related”. Then the mice genome was deciphered and it resulted 99% similar to the human being one, Does it mean that first we were monkeys and then mice and then human beings? Of course not, the quantity of genes in common among species says almost nothing about their evolution or a common origin other than the species had similar invasions of bacteria and viruses).

Over the past 20 years you’ve been working on a “minimalist” understanding of language. What does that entail?

Suppose language were like a snowflake; it takes the form it does because of natural law, with the condition that it satisfy these external constraints. That approach to the investigation of language came to be called the minimalist program. It has achieved, I think, some fairly significant results in showing that language is indeed a perfect solution for semantic expression—the meaning—but badly designed for articulate expression, the particular sound you make when you say “baseball” and not “tree.”

What are the outstanding big questions in linguistics?

There are a great many blanks. Some are “what” questions, like: What is language? What are the rules and principles that enter into what you and I are now doing? Others are “how” questions: How did you and I acquire this capacity? What was it in our genetic endowment and experience and in the laws of nature? And then there are the “why” questions, which are much harder: Why are the principles of language this way and not some other way? To what extent is it true that the basic language design yields an optimal solution to the external conditions that language must satisfy? That’s a huge problem. To what extent can we relate what we understand about the nature of language to activity taking place in the brain? And can there be, ultimately, some serious inquiry into the genetic basis for language? In all of these areas there’s been quite a lot of progress, but huge gaps remain.

Every parent has marveled at the way children develop language. It seems incredible that we still know so little about the process.

We now know that an infant, at birth, has some information about its mother’s language; it can distinguish its mother’s language from some other language when both are spoken by a bilingual woman. There are all kinds of things going on in the environment, what William James called a “blooming, buzzing confusion.” Somehow the infant reflexively selects out of that complex environment the data that are language-related. No other organism can do that; a chimpanzee can’t do that. And then very quickly and reflexively the infant proceeds to gain an internal system, which ultimately yields the capacities that we are now using. What’s going on in the [infant’s] brain? What elements of the human genome are contributing to this process? How did these things evolve?

What about meaning at a higher level? The classic stories that people retell from generation to generation have a number of recurring themes. Could this repetition indicate something about innate human language?

In one of the standard fairy tales, the handsome prince is turned into a frog by the wicked witch, and finally the beautiful princess comes around and kisses the frog, and he’s the prince again. Well, every child knows that the frog is actually the prince, but how do they know it? He’s a frog by every physical characteristic. What makes him the prince? It turns out there is a principle: We identify persons and animals and other living creatures by a property that’s called psychic continuity. We interpret them as having some kind of a mind or a soul or something internal that persists independent of their physical properties. Scientists don’t believe that, but every child does, and every human knows how to interpret the world that way.

You make it sound like the science of linguistics is just getting started.

There are many simple descriptive facts about language that just aren’t understood: how sentences get their meaning, how they get their sound, how other people comprehend them. Why don’t languages use linear order in computation? For example, take a simple sentence like “Can eagles that fly swim?” You understand it; everyone understands it. A child understands that it’s asking whether eagles can swim. It’s not asking whether they can fly. You can say, “Are eagles that fly swimming?” You can’t say, “Are eagles that flying swim?” Meaning, is it the case that eagles that are flying swim? These are rules that everyone knows, knows reflexively. But why? It’s still quite a mystery, and the origins of those principles are basically unknown.

Available for talks over my theory.

Felix Rocha-Martinez
www.cicatrices.com.mx
[url=mailto:frocham@yahoo.com]frocham@yahoo.com
[/url]
Saltillo, Coahuila, Mexico
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La entrevista Discover, Noam Chomsky
domingo, enero 6, 2013, 05:20 AM
e55b Noam Chomsky, el lingüista radical, 6 de enero de 2013

La entrevista Discover: Noam Chomsky, el lingüista radical, Edición del 29 de noviembre de 2011, por Marion Long and Valerie Ross (en paréntesis encontrará mis comentarios).

Hace más de 50 años, él empezó una revolución que hoy todavía está en curso.

Por siglos los expertos sostuvieron que cada idioma es singular. Pero un día en 1956, un joven profesor de lingüística dio una presentación legendaria en el Simposio sobre la Teoría de la Información en MIT. Argumentó que cada oración inteligible se adhiere no sólo a las reglas del lenguaje en particular, sino también a las reglas de una gramática universal que incluye a todos los idiomas. Y en lugar de absorber el lenguaje del medio ambiente y aprender a comunicar por imitación, los niños nacen con la capacidad innata de aprender idiomas, un poder imbuido en nuestra especie por la evolución misma. Casi de la noche a la mañana, el pensamiento de los lingüistas empezó a cambiar.



Avram Noam Chomsky nació en Filadelfia el 7 de diciembre de 1928 hijo de William Chomsky, un catedrático de hebreo, y Elsie Simonofsky de Chomsky, también catedrática y autora de libros para niños. Cuando era joven, Noam leyó los manuscritos de su padre sobre la gramática del hebreo medieval, fijando el escenario para el trabajo que terminaría haciendo. Para 1955 ya estaba enseñando lingüística en el MIT, en donde formuló sus revolucionarias teorías. Hoy en día Chomsky continúa retando la manera en que nos percibimos. "El idioma es el corazón de nuestro ser", dice. "Siempre estamos inmersos en él. Toma un acto fuerte de voluntad tratar de no hablarse a sí mismo cuando se va caminando por la calle, dado que siempre está en acción".

Chomsky también se reveló en contra de la tradición científica al participar en la política. Fue un crítico relevante del involucramiento estadounidense en la guerra de Vietnam y ayudó a organizar la famosa marcha de protesta de 1967 al Pentágono. Cuando los líderes de la marcha fueron arrestados, se encontró compartiendo una celda con Norman Mailer, quien lo describió en su libro "Armies of the Night" [Ejércitos de la noche] como un hombre delgado con peculiaridades muy definidas, con una expresión ascética y un aire de gentileza pero con integridad moral absoluta".

Chomsky discutió sus ideas con el periodista de Connecticut Marion Long después de muchas entrevistas canceladas. "Era una situación muy difícil", Dice Long. La esposa de Chomsky estaba enferma de gravedad, y él era quien la cuidaba. Ella murió unos 10 días antes de que yo lo entrevistara, Era el primer día en que regresaba a dar entrevistas, pero él quería proseguir con ésta". Después le dio aun más tiempo a la reportera de Discover Valerie Ross, contestándole preguntas desde su oficina cargada de historias de MIT hasta que llegó el momento de irse apurado al aeropuerto.

P.- Usted describe al idioma humano como una peculiaridad singular. ¿Qué es lo que nos diferencia?

R.- Los humanos somos diferentes de las otras criaturas y todo ser humano es básicamente idéntico en este aspecto. Si a un niño de una tribu de cazadores-recolectores de la Amazonia lo llevan a Boston, es criado en Boston, el idioma de ese niño será indistinguible en su capacidad de aprender idiomas de alguien que haya nacido en Boston, y viceversa. Esta singular posición humana, que todos tenemos en común, es el corazón en gran parte de nuestra cultura y nuestra vida intelectual imaginativa. Así es como formamos planes, generamos arte creativo y desarrollamos sociedades complejas.

P.- ¿Cuándo y cómo se generó el poder del idioma?

R.- Si uno observa el registro arqueológico encontrará una explosión creativa en una franja angosta de tiempo hace entre 150,000 y 75,000 años. De repente, hay una explosión de artefactos complejos, representaciones simbólicas, medición de eventos celestes, estructuras sociales complejas —una explosión de actividad creativa que casi cada experto de la prehistoria asume debiera estar relacionada con la aparición repentina del lenguaje. Y no pareciera estar conectada con cambios físicos; los sistemas articulatorios y acústicos [La emisión y recepción de sonidos] de los humanos contemporáneos no son muy diferentes de los que había hace 600,000 años. Hubo un cambio cognitivo rápido. Nadie sabe por qué.

(De acuerdo con mi teoría, en ese tiempo un hombre y una mujer fueron un solo ser, hermafrodita autoreproductiva. Lo mencionado por los autores en el párrafo anterior es la evidencia del inicio de la presencia del hombre de manera esporádica y aislada. El hombre tiene el poder de crear imágenes mentales de origen, de nacimiento, cualidad que ni hermafroditas y ni mujeres tienen y eso le permite tener el potencial de crear arte, tecnología y ciencia de nacimiento. En el artículo “e45b No Fuera de África sino Continuidad Regional” tenemos la presencia del Hombre de Mungo en el continente australiano. En Chile, en el extraordinaro sitio arqueológico de Monteverde se encontraron fósiles muy antiguos, pero como no llenaron expectativas de darwinistas, lo más fácil y cómodo fue poner en duda el hallazgo. En África se encontraron unas 3000 piedras de Oldowan [de tiempos muy anteriores] fueron fracturadas por unos 800,000 años. En mi opinión, un varón enseñó a hermafroditas a cortarlas para un uso específico. Ese varón no logró reproducirse y sus enseñanzas perduraron por 800,000 años, rompiendo piedras de la misma manera.

Presento el dibujo 8c de mi libro cicatrices en donde explico las evidencias del surgimiento de un varón, ya de manera continua, nacido de hermafrodita en Afganistán o el norte de Pakistán. Al llegar a la madurez sexual copula con todas las hermafroditas disponibles o posibles y los productos de esas uniones fueron casi la mitad del sexo femenino y un poco más de la mitad del sexo masculino [para cuando llegaban a la edad de reproducirse ya eran aproximadamente mitad y mitad]. De esta manera a cada varón le tocaba una mujer en ese grupo. Los hombres más “inquietos” mostraron su disgusto con este estado de cosas y salieron del grupo en busca de hermafroditas [Así le tocaría todo un grupo de hermafroditas a un solo varón, para luego repetir el proceso]. Un varón se fue al norte de China otro al sur de China y con el tiempo se unieron haciendo del mandarín el lenguaje prevaleciente con 6 o 7 idiomas formando una familia de idiomas. Otro varón salió al sur e hizo al sánscrito el idioma preponderante de nueve familias de idiomas: sanscrito, hindú, iranio, [del cual el arameo es parte de la familia] armenio, balto-slávico, teutón, celta, griego y latín. Con la llegada del varón empezó un proceso de eliminación de idiomas que nos llega hasta nuestros días. Este proceso también nos da a conocer el hecho que dio por resultado la enorme población de dos países: China e India. Los varones que llegaron a esos países no salieron de ellos reproduciéndose a gran escala, mientras que los que viajaron al este, hacia Europa repartieron su energía en muchos lugares).

P.- ¿Qué es lo primero que movió su interés sobre los idiomas humanos?

R.- Leí literatura moderna hebrea y otros textos con mi padre desde edad muy temprana. Debe haber sido allá por 1940 cuando él obtuvo su doctorado de la Universidad Dropsie, escuela hebrea en Filadelfia. Él era un semitista, trabajó la gramática medieval hebrea. No sé si oficialmente los corregí, pero los leí. De esa lectura aprendí algunos conceptos de gramática. Pero en ese entonces, el estudiar gramática significaba organizar los sonidos, observar los tiempos y hacer un catálogo de ese tipo de cosas, y observar cómo se conjuntaban.

P.- Los lingüistas han diferenciado entre gramáticas históricas y las descriptivas. ¿Cuál es la diferencia entre éstas?

R.- La gramática histórica es un estudio de cómo, digamos, se desarrolló el inglés moderno del inglés medio y cómo éste se desarrolló del inglés antiguo y cómo éste se desarrolló del teutón y éste se desarrolló de los idiomas denominados proto-indo-europeos, un sistema fuente que nadie habla, por lo que se tiene que tratar de reconstruir. Es un esfuerzo para reconstruir cómo se desarrollaron los idiomas a través del tiempo, algo análogo al estudio de la evolución. La gramática descriptiva es un intento de hacer una relación de lo que es el sistema presente ya sea para una sociedad o un individuo, de acuerdo a lo que se esté estudiando. Es algo más o menos como la diferencia entre la evolución y la sicología.

P.- Los lingüistas de la era de su padre, ¿qué es lo que hacían?

R.- A ellos les enseñaron metodología de campo. De esta manera, supongamos que usted quería escribir la gramática cheroquí. Usted iría a donde ellos viven y obtenía información de los nativos que hablan el idioma, llamados informantes.

P.- ¿Qué tipo de preguntas haría el lingüista?

R.- Supongamos que usted es un lingüista antropológico de China y quiere estudiar mi idioma. Lo primero que usted trataría de hacer es ver qué tipos de sonidos uso y luego preguntar cómo esos sonidos son conjuntados. De esta manera por qué puedo decir "tú" y no puedo decir "tpú", por ejemplo, y cuál es la organización de los sonidos. Cómo pueden ser combinados. Si usted observa la manera en que las palabras son organizadas, ¿hay un verbo en tiempo pasado? Si lo hay, ¿va después del verbo o lo precede?, o ¿de qué manera se expresa? y usted seguiría haciendo más y más preguntas como éstas.

P.- Pero usted no estuvo satisfecho con ese proceder. ¿Por qué?

R.- Estaba en la Universidad de Pennsylvania y el tópico de mi tesis fue "La gramática moderna del hebreo hablado", el cual conocía bastante bien. Conseguí informantes que hablaran hebreo y empecé a hacer preguntas para obtener la información. Sin embargo, en cierto momento se me ocurrió: esto es ridículo. Estoy haciendo preguntas para las cuales ya sé las respuestas.

P.- Pronto usted empezó a desarrollar una metodología diferente a la lingüística. ¿Cómo empezaron a emerger esas ideas?

R.- Allá por el inicio de la década de 1950, cuando ya me había graduado de Harvard, generalmente se asumía que el lenguaje, como muchas otras actividades humanas, es sólo una colección de comportamientos aprendidos desarrollados a través del mismo método usado para entrenar animales —por refuerzo. Eso era virtualmente un dogma en ese entonces. Pero había 2 ó 3 de nosotros que no lo creíamos, y empezamos a considerar otras maneras de visualizar las cosas.

En particular, observamos un hecho muy elemental: cada idioma provee una manera de construir e interpretar infinitamente muchas expresiones estructuradas, cada una de las cuales tiene una interpretación semántica y una expresión en sonido. Por lo tanto debe haber lo que es denominado procedimiento generativo, una habilidad para generar una cantidad infinita de oraciones o expresiones y luego conectarlas a sistemas de pensamiento y sistemas de sensores motrices. Uno tiene que empezar por enfocarse en esta peculiaridad central de la generación sin límites de expresiones estructuradas y sus interpretaciones. Esas ideas cristalizaron y se convirtieron en parte de lo que se ha dado en llamar la estructura biolingüística, la cual ve al idioma como un elemento de la biología humana, algo así como, digamos, el sistema visual.

P.- Usted creó la teoría de que todos los humanos tienen una "gramática universal". ¿Qué es eso?

R.- Se refiere al componente genético de la facultad lingüística humana. Por ejemplo, tomemos la última oración. No es una secuencia de sonidos al azar. Tiene una estructura muy definida y una interpretación semántica muy específica; significa algo y no algo más, y suena de una manera muy particular, no de alguna otra manera. Pues bien, ¿cómo se hace eso? Existen 2 posibilidades. La primera: es un milagro. Y la segunda: Se tiene un sistema interno de reglas que determina las estructuras y las interpretaciones. Personalmente, no creo que sea un milagro.

(Debido a que se tiene un sistema interno de reglas que determina las estructuras y las interpretaciones, los bebés pueden aprender el idioma o los idiomas a los que estén expuestos y no existe tal cosa como que unos idiomas son más difíciles que otros. El idioma o los idiomas a los que estén expuestos esos aprenderán los bebés. Los requisitos para aprenderlos son: 1.- Que la exposición sea de bulto, o sea en persona, preferiblemente con ademanes y gesticulaciones de acuerdo con la palabra hablada. Si a los bebés les ponen voces grabadas estas serán registradas como ruidos y no aprenderán ningún idioma con esa metodología. 2.- Que haya continuidad en la exposición. Un bebé requiere la exposición a los idiomas que les quieran enseñar día con día. 3.- Preferiblemente que más de una persona le hable al bebé en cada idioma que le quieran enseñar. Esa será una gran ventaja dado que aprenderán en automático que cada persona tiene su propio vocabulario y estilo. No estoy descubriendo el agua caliente. Esto se hace de manera natural en las fronteras de los países con diferentes idiomas y los bebés son multilinguistas en zonas del planeta en donde hay países chicos y se hablan diferentes idiomas. En Europa existen muchísimas personas que hablan varios idiomas desde que son niños).

P.- ¿Cuáles fueron las primeras reacciones a sus ideas lingüísticas?

R.- Al principio la mayor parte de la gente las descartó o las ignoró. Estábamos en un período de ciencia comportacional, el estudio de la acción y del comportamiento, incluyendo el control y la modificación del mismo. El comportacionalismo sostenía que uno podía básicamente convertir a una persona en cualquier cosa, dependiendo de cómo se organizara el medio ambiente y los procedimientos de entrenamiento. La idea de que un componente genético entraba crucialmente en el tópico era considerado algo exótico, para ponerlo en términos simples.

Después a mi idea herética le fue dado el nombre de "hipótesis de la innatalidad" y hubo una gran cantidad de artículos que la condenaban. Usted puede leer ahora mismo en revistas de prestigio, que el lenguaje es sólo el resultado de la cultura, el medio ambiente y del entrenamiento. Es una noción de sentido común, en cierto modo. Si todos aprendemos un idioma, ¿qué tan difícil puede éste ser? Vemos que los efectos del medio ambiente existen. La gente que crece en Inglaterra habla inglés y no swahili y los principios reales —no están accesibles al consciente. No podemos ver dentro de nosotros mismos y encontrar los principios ocultos que organizan nuestro comportamiento de lenguaje más de lo que podemos ver de los principios que nos permiten mover nuestros cuerpos. Sucede internamente.

P.- ¿Cómo le hacen los lingüistas para buscar estos principios ocultos?

R.- Usted puede encontrar un marco de información acerca de un lenguaje a base de recolectarla. Por ejemplo, el lingüista chino que estudia mi idioma puede hacerme varias preguntas y recolectar las respuestas. Eso sería un tipo de información. Otro tipo de información sería grabar cada cosa que digo por 3 días. Usted puede investigar un idioma a base de estudiar lo que pasa en el cerebro mientras la gente aprende o usa un idioma. Los lingüistas de hoy en día debieran concentrarse en descubrir las reglas y principios que usted, por ejemplo, está usando ahora mismo cuando interpreta y comprende las oraciones que estoy produciendo y cuando usted produce las suyas.

P.- ¿Acaso esto no es como el viejo sistema de gramática que usted rechazó?

R.- No. En el estudio tradicional de la gramática uno se concentra en la organización de los sonidos y en la formación de palabras y tal vez en unas cuantas observaciones acerca de la sintaxis. En la lingüística generativa de los últimos 50 años, usted pregunta, para cada idioma, ¿cuál es el sistema de reglas y principios que determinan un abanico infinito de expresiones estructuradas? Y luego asigna interpretaciones específicas para ellas.

P.- ¿Las imágenes cerebrales han cambiado la manera en que entendemos el idioma?

R.- Hay un estudio reciente muy interesante sobre la actividad cerebral con el uso del idioma llevado a cabo por un grupo en Milán. Le dieron a sujetos 2 tipos de material escrito con base en un lenguaje sin sentido. Uno era lenguaje simbólico modelado de acuerdo a las reglas del italiano, pero que los sujetos del estudio no lo sabían. El otro fue instrumentado para violar las reglas de la gramática universal. Para tomar un caso en particular, digamos que usted quería poner una oración en negativo: Juan estuvo aquí, Juan no estuvo aquí. Hay cosas particulares que usted tiene permitido hacer dentro de los idiomas. Usted puede poner la negación en ciertas posiciones, pero usted no las puede poner en otras posiciones. De esta manera, un idioma inventado puso el elemento de la negación en un lugar permisible y el otro lo puso en un lugar no permitido. El grupo en Milán parece haber encontrado que las oraciones sin sentido permisibles producían actividad en las áreas de lenguaje del cerebro, pero las no permitidas —las que violaban los principios de la gramática universal— no mostraban actividad. Eso significa que la gente estaba tratando a las oraciones no permitidas como un rompecabezas, no como un idioma. Es un resultado preliminar, pero fuertemente sugiere que los principios lingüísticos descubiertos en base a investigar los idiomas tienen correlaciones neurales, como uno esperaría y tuviera la esperanza de que así fuera.

P.- Los estudios genéticos recientes también ofrecen algunas pistas acerca de los idiomas, ¿verdad?

R.- En años recientes se descubrió un gene denominado "FOXP2". Este gene es particularmente interesante debido a que sus mutaciones corresponden con algunas deficiencias en el uso del idioma. Se relaciona a lo que ha sido denominado activación orofacial, la manera en que usted controla su boca, su cara y su lengua cuando habla. De esta manera, el FOXP2 hace creíble que tenga algo que ver con el uso del idioma. Se encuentra en muchos otros organismos, no sólo en los humanos y funciona en maneras diferentes en especies diferentes; estos genes no hacen una sola cosa. Sin embargo, es un paso preliminar interesante para encontrar la base genética para algunos aspectos del idioma.

P.- Usted dice que el idioma innato es singularmente humano, sin embargo, el FOXP2 muestra una continuidad entre las especies. ¿Es esa una contradicción?

R.- Casi no tiene sentido el que haya una continuidad. Nadie duda que la capacidad del idioma humano está basado en los genes, las neuronas, y cosas de esa índole. Los mecanismos que están involucrados en el uso, entendimiento, adquisición y producción de lenguaje en algún nivel se muestra por todo el mundo animal y de hecho a través del mundo orgánico; se encuentran en bacterias. Pero eso no dice casi nada acerca de la evolución o de los orígenes comunes. Las especies que tal vez sean más similares a los humanos en ralación a algo remotamente parecido a la producción de lenguaje son los pájaros, pero eso no se debe a que haya un origen común. Es lo que se ha dado en llamar convergencia, desarrollo de manera independiente de sistemas análogos. El FOXP2 es muy interesante, sin embargo, está lidiando con partes más o menos perifércos del lenguaje como la producción física de éste. Lo que sea descubierto acerca de este gene es poco probable que tenga algún efecto en la teoría lingüística.

(Los genes son blocks de construcción que tienen más de una función y que además pueden asociarse para tener funciones adicionales. El primer genoma importante en ser descifrado fue el del ser humano. El segundo fue el de simios y resultaron 98% similares al del ser humano. Los darwinisitas se pusieron a pregonar que ellos habían hablado de la cercanía que había entre los seres humanos y los simios, diciendo prácticamente “Te lo dije”. Luego se descifró el genoma de los ratones y resultó 99% similar al del ser humano. ¿Quedrá eso decir que primero fuimos simios, luego ratones y luego seres humanos? Por supuesto que no. La cantidad de genes en común entre las especies no dice casi nada acerca de la evolución o del origen común más allá que tuvieron invasiones de bacterias y virus muy similares).

P.- En los últimos 20 años usted ha estado trabajando sobre un entendimiento minimalista del lenguaje. ¿Qué es lo que eso conlleva?

R.- Supongamos que el lenguaje se pareciera a los copos de nieve; toman la forma que toman debido a una ley natural, con la condición de que satisfaga esas restricciones externas. Esa metodología de la investigación del lenguaje ciertamente es una solución perfecta para una expresión semántica —el significado—, pero diseñada muy malamente para una expresión articulada, el sonido particular que usted hace cuando dice "beisbol" y no "árbol".

P.- ¿Cuáles son las grandes preguntas sobresalientes en lingüística?

R.- Hay muchas incógnitas. Algunas son preguntas sobre el "qué", como: ¿Qué es un idioma? ¿Cuáles son las reglas y principios que entran entre lo que usted y yo estamos haciendo? Otras son preguntas del "cómo": ¿Cómo adquirimos usted y yo esta capacidad? ¿Qué es lo que hay en nuestros dotes genéticos y experiencia en las leyes de la naturaleza? Y entonces vienen las preguntas del "por qué", las cuales son mucho más difíciles: ¿Por qué son los principios del lenguaje de una manera y no de otra? ¿Hasta qué punto es verdad que el diseño básico del lenguaje otorga una solución óptima a las condiciones externas que ese idioma debe satisfacer? Ese es un problema enorme. ¿Hasta qué punto podemos relacionar lo que entendemos acerca de la naturaleza del lenguaje a la actividad que se está llevando a cabo en el cerebro? Y ¿pudiera haber, a fin de cuentas, una pregunta seria sobre la base genética para el lenguaje? En todas estas áreas ha habido mucho progreso, pero todavía quedan muchas lagunas.

P.- Cada padre se ha maravillado de la manera en que los niños desarrollan el lenguaje. Pareciera increíble que conociéramos tan poco sobre este proceso.

R.- Sabemos que un infante, al nacer, tiene algo de información acerca del lenguaje de su madre. Puede distinguir el lenguaje de su madre de otros idiomas cuando ambos son hablados por una mujer bilingüe. Hay todo un abanico de detalles del medio ambiente, lo que William James llamó "confusión sonora creciente". De alguna manera el infante reflexivamente selecciona de ese medio ambiente complejo la información que está relacionada con el idioma. Ningún otro organismo puede hacer eso; un chimpancé no lo puede hacer. Y luego rápida y reflexivamente el infante procede a obtener un sistema interno, el cual a su tiempo genera las capacidades que ahora estamos usando. ¿Qué es lo que está pasando en el cerebro del infante? Qué elementos del genoma humano están contribuyendo en este proceso? ¿Cómo evolucionaron estas cosas?

P.- ¿Qué hay del significado a un nivel más alto? Las historias clásicas que la gente vuelve a relatar de generación en generación tienen una cantidad de temas recurrentes. ¿Pudiera esta repetición indicar algo acerca del idioma humano innato?

R.- En una de las historias típicas acerca de las hadas madrinas, el encantador príncipe es convertido en un sapo por la bruja y al final de la historia la bella princesa llega y besa al sapo que se convierte en príncipe de nuevo. Pues bien, cada niño sabe que el sapo en realidad es el príncipe, Sin embargo, ¿cómo lo saben? Todas las características físicas dicen que es un sapo. ¿Qué es lo que lo hace un príncipe? Pareciera ser que hay un principio: identificamos a las personas y a los animales y otras criaturas vivientes por una peculiaridad que es llamada "continuidad síquica". Las interpretamos como que tienen algún tipo de mente o alma o algo interno que persiste independientemente de sus peculiaridades físicas. Los científicos no creen en eso, pero lo creen todos los niños y todos los humanos sabemos cómo interpretar el mundo de esa manera.

P.- Usted se oye como si la ciencia lingüística acabara de empezar.

R.- Hay muchos hechos sencillos descriptivos acerca de los lenguajes que simplemente no son entendidos: Cómo las oraciones obtienen su significado, cómo obtienen su sonido y cómo otras personas los comprenden. ¿Por qué es que los lenguajes no usan el orden lineal en la computación? Por ejemplo, tome una oración simple como ¿pueden nadar las águilas que vuelan? Usted la entiende, todo mundo la entiende. Un niño entiende que se está preguntando si las águilas pueden nadar. No se está preguntando si las águilas pueden volar. Usted puede decir "Las águilas que vuelan nadando". No puede decir "Las águilas que volando nadan". Significando que, ¿es el caso que las águilas que están volando nadan? Estas son reglas que todo mundo sabe, las sabe reflexivamente. Pero ¿por qué? Todavía es un gran misterio y el origen de estos principios básicamente se desconoce.

Disponible para pláticas sobre mi teoría.

Félix Rocha Martínez
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Saltillo, Coahuila, México
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